Se identifica una rana endémica sujeta a protección especial en el Centro para la Preservación de la Biodiversidad de la Ciudad de México
En la CORENADR, nos enorgullece y emociona dar a conocer que, a tan solo dos años de su restauración, nuestro humedal artificial pasó de ser un tiradero de cascajo a un ecosistema que brinda refugio y alimento a las especies nativas de la zona lacustre del Suelo de Conservación. El humedal tiene una superficie de cinco hectáreas y cuenta con cuatro cuerpos de agua donde, como parte de la estrategia de restauración, se introdujo vegetación acuática de especies nativas, tales como el ahuejote (Salix bonplandiana), tules de los géneros Typha y Schoenoplectus y la Ninfa Mexicana (Nymphaea mexicana), entre otras. Como resultado, diversas especies de fauna han poblado este ecosistema por su propia cuenta, destacando más de 40 especies de aves residentes y migratorias como el pato mexicano (Anas diazi), la cerceta ala azul (Spatula discors) y la monjita americana (Himantopus mexicanus), además de múltiples órdenes de insectos acuáticos como coleópteros (escarabajos), hemípteros (chinches) y odonatos (libélulas).
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Particularmente, durante los últimos dos meses, los técnicos de la CORENADR han realizado el monitoreo del ciclo de vida de una rana, observando cada etapa de su desarrollo, desde el huevo y su etapa larval (renacuajos) hasta llegar a la fase adulta (rana). Para su identificación, nos visitó la Dra. Mirna G. García Castillo, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien realiza investigación en anfibios. Durante su visita al humedal, pudo observar renacuajos y adultos que identificó como rana leopardo de Moctezuma (Lithobates montezumae), una especie endémica de nuestro país, catalogada como "sujeta a protección especial (Pr)" por la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Después de identificar la especie, nos comentó: "Estos organismos buscan espacios idóneos para poner sus huevos, para poder reproducirse. Al encontrar un espacio como este es sumamente provechoso para ellas, además de que encuentran propiedades en el agua y en el ambiente que son totalmente idóneas para su desarrollo; podemos esperar a que sigan llegando más especies de anfibios".
Durante el recorrido, la Dra. observó a simple vista el estado del humedal, mencionando como primera impresión: "es un espacio muy bien pensado y planificado, que tiene mucho que ofrecer tanto a la sociedad como a la parte académica, y por supuesto, para que este tipo de programas siga en funcionamiento y en desarrollo, es una gran iniciativa".
Asimismo, comentó: "Los sitios de estudio para los anfibios están lejos de la ciudad; este humedal es una gran oportunidad para traer alumnos aquí, para que se den cuenta de lo que hay y puedan hacer un monitoreo cerca de donde viven, lo cual es muy bueno".
Este espacio es parte del futuro Centro para la Preservación de la Biodiversidad de la Ciudad de México, un laboratorio vivo que nos permite analizar y generar estrategias de restauración para los humedales lacustres. Escuchar a la academia interesarse por él nos entusiasma, sobre todo por la gran posibilidad de incorporar a las y los jóvenes en el cuidado del Suelo de Conservación de la Ciudad de México.
o0o"ESTE MATERIAL TIENE FINES EXCLUSIVAMENTE INFORMATIVOS Y HA SIDO MODIFICADO TEMPORALMENTE CON MOTIVO DEL INICIO DEL PERIODO DE CAMPAÑAS DEL PROCESO ELECTORAL 2023-2024 EN CUMPLIMIENTO A LO ORDENADO EN LOS ARTÍCULOS 41, PÁRRAFO TERCERO, FRACCIÓN III, APARTADO C, ÚLTIMO PÁRRAFO Y 134, PÁRRAFO OCTAVO DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS"